Razas: El San Bernardo

Proveniente del Tíbet, el perro de raza San Bernardo llegó a los Alpes suizos donde fue adoptado por los monjes del hospicio de San Bernardo y se ganó una merecida fama por su habilidad rescatando escaladores.

Este gigante de movimientos lentos e increíblemente musculoso, es un bonachón que seduce a grandes y pequeños por su nobleza y lealtad. En este post os introducimos a la raza a través de la tierna historia de Nieve, Tor y sus siete cachorros.

Cristina Rodríguez es la propietaria de los dos protagonistas; Tor, un macho robusto y achaparrado y Nieve, la hembra, de líneas más estilizadas, más blanquita, alta y delgada y con un ojo de cada color (heterocromia). “No es la primera vez que tenemos un San Bernardo, antes habíamos tenido una hembra que nos gustó mucho por su carácter, así que quisimos repetir y cogimos esta parejita, que en junio harán dos años”.

Hace unos cuatro meses, Nieve y Tor se convirtieron en padres de una camada de pequeños San Bernardos. “No fue un embarazo buscado”, explica Cristina, “pero todo fue muy bien”. Carles Vargas, veterinario del Dispensari, hizo el seguimiento. “A los 40 días de la monta se le hizo un control ecográfico con una placa para ver cuántos traía y si todo iba bien. Después nada más, porque parió ella sola por la noche en casa y no hubo problemas. No fue necesaria la intervención veterinaria”.

Cristina y su familia vivieron la experiencia encantados y se hicieron cargo durante los dos meses del amamantamiento. “Nacieron nuevo cachorros, dos murieron al nacer pero los otros siete, tres hembras y cuatro machos están perfectamente sanosFueron unos días muy intensos, los perritos sólo mamaban, pero había que ir limpiando el corralito y la paja que les habíamos puesto para que estuvieran más cómodos, y estar pendiente de que todos mamaran. Mi hijo pequeño y yo nos dedicábamos en cuerpo y alma a ellos”.

Nieve fue muy buena madre y tuvo leche desde el primer momento. “Una madraza”, señala orgullosa Cristina, “los estuvo amamantando hasta que marcharon. Siempre estuvo muy protectora con ellos pero a la vez muy tranquila, confiaba en nosotros y si los tocábamos no decía nadaTor, como que al principio no podía participar, tenía que mantenerse al margen por si acaso, pero cuando ya lo dejamos estar con los cachorros, se comportó como un auténtico papá, jugando con ellos, protector, lamiéndolos, encantador! Incluso cuando marcharon los echó de menos más que Nieve y estuvo unos días extraño y muy arisco”.

A las séis semanas Carles les puso la primera vacuna, la de la Parvovirosi. “Carles y Sam del Dispensari de Sant Cugat vinieron a casa y les hicieron una revisión a fondo”, explica Cristina. “Estuvieron más de una hora y media para vacunar, desparasitar, hacer las cartillas… Lo pasamos muy bien, los íbamos subiendo del garaje uno por uno para no equivocarnos”.

A los dos meses, los cachorros ya estaban preparados para el desmamantamiento. “Enseguida les encontramos familias para adoptarlos. Todos están por aquí cerca, excepto uno que marchó hacia Menorca, pero seguimos en contacto a través de un grupo de Whatsapp que hemos creado. Todo el mundo está muy contento, nos enviamos fotos y así los vamos haciendo un seguimiento. Unos se parecen más a la madre, otras al padre. Curiosamente las hembras son más gordas que los machos y sólo uno ha heredado los ojos de dos colores de Nieve”.

Uno de los nuevos propietarios es Jordi, a quien hacía tiempo que la raza San Bernardo le había robado el corazón. “Los habíamos visto en Suïsa, en Martigny y nos gustaron mucho, de hecho a mí siempre me ha gustado esta raza. Era mi ilusión, y cuando Sam del Dispensari nos lo comentó, no quisimos desaprovechar la oportunidad”.

Cuando tenían un mes los fuimos a visitar”, continúa Jordi. “Íbamos a por una hembra, pero una vez allí no nos pudimos resistir y acabamos con una parejita, Berna y Nevado. A los dos meses, los fuimos a recoger. Ha ido muy bien porque al ser dos no se han encontrado nunca solos. Duermen juntos, juegan juntos, ahora ya tienen casi cuatro meses y no han echado de menos a la madre”.

Un bonachón

El San Bernardo es un perro extremadamente bueno, tiene fama de obediente, leal y siempre dispuesto a complacer a su dueño. Para Cristina, el macho y la hembra tienen un carácter muy diferente. “Nieve es muy tranquila, muy dócil y cariñosa y en cambio Tor es muy protector y un poco desconfiado con los extraños. Pero los dos nos quieren muchísimo, hacen mucha compañía y sólo quieren que los mimen, que los toquen, que los peinen, que los acaricien”.

Jordi coincide con esta apreciación. “Lo que más nos ha sorprendido es que Nevado (macho) va más a su aire a pesar de que es tranquilo y cariñoso, en cambio Berna (hembra) está mucho más pendiente de nosotros, siempre pegada a nosotros. Realmente ahora te la comerías porque es como un peluche y a pesar de que todavía tienen que crecer y madurar, ya se ve que serán muy nobles y que estarán pendientes de nosotros”.

Conocido como perro “niñera” – el cual se inspiró la película Beethoven, el San Bernardo es encantador con los niños. Cristina, que es maestra, explica que “para los alumnos que vienen a casa a recibir clases particulares su motivación era acabar el trabajo para ir rápidamente a jugar con los cachorros. No te cansarías de estar con ellos, son muy niñeros y los gusta mucho el juego”.

Lo que se aconseja, es adiestrarlos antes de que no sea demasiado grande. “Lo que sí tienen es mucho carácter, son muy tercos”, comenta Cristina, “entre los propietarios de los cachorros todos coinciden en que no son fáciles de educar porque quieren ir a su aire y los tienes que marcar mucho. “Nosotros hemos empezado a educarlos de manera casera”, explica Jordi “y poco a poco se van habituando, ya identifican el tono de voz”.

Convivir con el San Bernardo

Tanto por su medida como por su procedencia, el San Bernardo se adapta perfectamente a la vida en el exterior, pero también es tranquilo en el interior y disfruta de los climas familiares. Cristina vive en una casa con jardín en Valldoreix y no hay que sacarlos a pasear cada día. “Los sacamos el fin de semana, a la playa o al Montseny. O los llevamos al pipi can de Coll Favà. Pero si encuentran la puerta de casa abierta entran rápidamente; son muy caseros. Así como hay razas de pequeños que son muy movidos, éstos cuando entran en casa son alfombras, se estiran y ya no los puedes mover”.

Nosotros vivimos en Dosrius, en una casa que tiene un terreno de 900 metros y pueden correr. Ahora todavía no les dejamos solos porque son pequeños, pero pronto estarán campando a su aire”, añade JordiNo hay que sacarlos pero, como que estamos un poco retirados del centro urbano, cuando vamos al pueblo vienen con nosotros y así también se socializan. Eso sí, cuando estamos en casa siempre estamos con ellos y son los reyes del sofá”.

Un perro que se deja cuidar

El cuidado de estos perros no requiere demasiadas atenciones y, además, se dejan hacer, encantados porque les gusta que estén por ellos. Básicamente hay que cepillarles bien el pelo, limpiar orejas y ojos y vigilar la higiene bucal. “Cómo que tienen las orejas caídas las tienen que llevar siempre limpias. Nosotros le limpiamos con una gasita un poco húmeda por dentro porque tienden a tener otitis”, destaca Cristina. “Tienen la fama de babosos, por eso hay que vigilar la boca, y cómo que el párpado les cuelga un poquito acostumbran a hacer mucha legaña, por lo tanto hay que limpiarles también los ojos. Es básico cepillarlos sobre todo si son de por el largo. Esto es más importante que bañarlos, que lo hacemos pocas veces porque cuesta un poco al ser tan grandes”.

Nosotros los bañamos la semana pasada por primera vez y fue muy bien”, comenta Jordi. “Además, una vez por semana les limpiamos las orejas y la papada, sobre todo a la perra que tiene el pelo muy largo y siempre se le ensucia. También los cepillamos a diario”.

En cuanto a la alimentación, todos coinciden en que comen mucho, normal puesto que se trata de una raza gigante y tienen que crecer mucho. Para Carles Vargas es muy importante tener un buen cuidado de la alimentación y dar a los cachorros pienso de alta gama. “Además, hasta el año y medio se aconseja un suplemento con condroprotectors para el crecimiento porque en pocos meses hacen un estirón importante y hay que controlar el equilibrio de calcio y fósforo. Esto es importante controlarlo para que el crecimiento de los huesos sea el correcto y se eviten, más adelante, patologías como la displasia de cadera”.

Curiosidad

Los perros San Bernardo los empezaron a criar en el puerto de montaña de Martigny los canónigos suizos del hospicio del Gran San Bernardo. Primero fueron utilizados para el transporte de carga y más adelante como perros de rescate en casos de laúdes. Entre ellos, se hizo famoso Barry por haber salvado la vida a más de 40 personas.

En la localidad de Martigny se encuentra Barryland, el “Musée te Chiens lleva Saint Bernard”, donde se puede conocer el origen y las historias que se explican sobre esta mítica raza. Actualmente, en este mismo espacio se dedican a la cría y los visitantes pueden pasear por las perreras y contemplarlos, acariciarlos y jugar con ellos.

Ficha de raza San Bernardo

Medidas

Altura: 60-70 cm, máximo 90cm

Peso: 50-91 kg

Características

Cabeza grande. Morro corto y ancho. Nariz ancha, ojos medianos, profundos y oscuros. Cuello fuerte y destacable papada. Orejas de medida mediana que le cuelgan a los lados de la cabeza. Patas musculosas y pies grandes. Cola gruesa y larga.

Pelaje

Puede ser duro o fino, según la variedad de la especie, siempre muy denso y de color blanco con manchas que pueden ser de color rojo, caoba, atigrado, o negro.

Carácter:

Carácter: Leal, bueno, inteligente, paciente y muy protector.