
Hace unas semanas se incorporó al equipo de veterinarios del hospital de Rubí después de licenciarse el pasado año. Ya conocía al Dispensario porque había hecho prácticas durante la carrera, y tanto los pacientes como el personal se mostraron encantados de volverla a tener aquí.
En el Dispensari pasa consulta como veterinaria generalista, hace revisión de los animales hospitalizados y también hace guardias de fin de semana. «En urgencias acostumbramos a tener mucho trabajo», explica Ivanna, «básicamente animales con diarreas, vómitos, algunas caídas, o mordeduras por peleas con otros perros o gatos».
Comenta a esta joven veterinaria que siempre le ha gustado la traumatología y que, cuando haya cogido más experiencia, le gustaría hacer alguna especialidad. De su trabajo en el Dispensario le atraen muchas cosas, pero sobre todo, «me gusta cuando puedo ayudar a uno de mis pacientes y ver las caras felices de sus dueños cuando salen del consultorio curados».
Un buen ambiente entre los compañeros
Ivanna se ha adaptado rápidamente a nuestra forma de trabajar. «Aquí el ambiente entre los compañeros es muy bueno, de hecho ya lo conocía de cuando hice las prácticas». Aunque cree que las cosas son difíciles cuando inicias la vida laboral, ya que en el trabajo hay que recordar todo lo que se ha estudiado durante 5 años, “el hecho de que a lo largo de este tiempo hayamos hecho prácticas y guardias ido preparando para lo que nos encontraremos y creo que me he adaptado bastante bien”.
Enamorada de los animales desde pequeña, llevaba muchos años pensando en un futuro como veterinaria, aunque no fue hasta segundo de bachillerato que se decidió a estudiar la carrera. Ha tenido un gato, un hámster y ahora tiene peces, pero tanto los gatos como los perros son sus predilectos. Bienvenida al Dispensario Ivanna!